Los docentes pensamos que debemos mandar tareas para casa para que los alumnos refuercen los contenidos aprendidos en clase, pero también debemos de ser conscientes de que no debemos de excedernos en la tarea asignada para cada día, pues no solo tienen nuestra asignatura y si sumamos todas las tareas de todas las asignaturas, quizás nuestros alumnos se saturarán de actividades a realizar y no podrán disfrutar de su tiempo libre.
El problema a la hora de mandar tareas, es que los padres y madres, como es normal, se quieren involucrar en el aprendizaje de sus hijos, pero son muchos los casos en que estos carecen de conocimientos para ayudarles. Pues bien, los padres con recursos económicos contratarán profesores particulares para que ayuden a sus hijos e hijas, mientras que los que carecen de recursos no podrán ayudar a sus hijos. Esto hace que el alumnado que pertenece a la clase media- alta mejore sus conocimientos fuera de la escuela, mientras que los alumnos que no pueden costearse ayuda extraescolar tendrán que limitarse a lo aprendido en clase, que gracias a nuestro sistema educativo es adecuado.
Esta claro que esto es un grave error, pues las tareas que se asignan desde la escuela, siempre son adecuadas al nivel de estudio del niño y deben de saber resolverlos.
En conclusión, creo que se deben de mandar deberes para casa, pues es una manera de reforzar los conocimientos y hacerles que trabajen de manera autónoma pero estos siempre deben de estar adaptados al nivel de los niños y niñas.
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